La leche es uno de esos alimentos básicos que siempre se nos olvida que está en el refrigerador. Y si alguna vez has tomado un trago de leche agria, entonces sabes que no es algo para repetir. Sabiendo lo desagradable que puede ser esa escena, nos preguntamos ¿Cómo saber si la leche está mala?

Ninguna mañana debería comenzar de esa manera. Afortunadamente, hay bastantes signos que pueden alertarte sobre el hecho de que la leche se ha dañado.

Desafortunadamente, el vencimiento no es un buen indicador porque en realidad es una estimación de cuándo un producto alcanzará el final de su “calidad óptima”.

¿Cómo saber si la leche está mala?

Si tomar de un artículo dudoso es la principal forma que tienes para probar, te deseamos la mejor de las suertes.

La leche mala es evidente debido al cambio de textura y consistencia. La leche en mal estado a menudo se cuaja haciéndola grumosa en lugar de un líquido suave.

Si la leche tiene un sabor impuro o amargo, definitivamente está mala. Esto sucede con el ácido láctico de la leche que comienza a producir bacterias, así que debes botarla.

¿Cómo saber si la leche está mala?

Te mostramos las señales que deberían ayudarte a reconocer si la leche está mala mucho antes de tener que probarla. Vamos a verlas.

1. La leche ha superado la fecha de caducidad

La fecha que figura en tu cartón de leche no es necesariamente una fecha de vencimiento. También puede ser una fecha de caducidad o una fecha de caducidad máxima.

El período de tiempo debe verse como un barómetro de cuánto tiempo puede ser buena la leche. Por eso es importante estar familiarizado con los otros signos que pueden indicar que un cartón de leche ya no es consumible.

Las empresas que le ponen dátiles a la leche u otros productos solo están suponiendo, de acuerdo a ciertos criterios estandarizados.

Cuando ponen una fecha en el paquete de comida o en el cartón de leche, es una suposición. No saben a qué temperatura está tu refrigerador, el refrigerador de todos no tiene la misma temperatura.

Pero es una buena referencia, aunque no exacta. Si la fecha de caducidad se sobrepasó, lo más probable es que esté dañada, aunque sería ideal comprobarlo de otra manera.

¿Cómo saber si la leche está mala?

2. La leche no se ha refrigerado a la temperatura adecuada

Casualmente, la temperatura de refrigeración tiene mucho que ver con la fecha de caducidad que figura en el cartón de leche.

El mayor problema con la vida útil de un producto es que la fecha no toma en cuenta que los refrigeradores tienen un ciclo de temperatura.

Si notas que la leche no está del todo fría, tiene muchas probabilidades de que ya esté dañada. La leche debe mantenerse refrigerada para no dañarse.

El refrigerador no tiene la misma temperatura todo el tiempo. Mientras más alta sea la temperatura de tu refrigerador, más corta será la vida útil del cartón de leche.

Una vez que el refrigerador alcanza la temperatura más baja, se apaga, y al llegar a su límite superior, vuelve a prender. Esto significa que no tendrás temperaturas estables.

Se recomienda 0 grados Centígrados como una apuesta segura para garantizar la longevidad de tu leche. No te preocupes, a esa temperatura, no se congela.

Puedes configurar tu refrigerador para que la temperatura esté cercana a cero la mayoría del tiempo. Esto ayudará a alargar la vida de tus productos, incluyendo la leche.

3. La leche tiene mal olor

Dale a tu cartón de leche una prueba de olfateo. Si la leche no huele a leche, es probable que esté vencida. La leche que se ha dañado emana un olor fétido, y será muy obvio al inhalarla.

Este es el mejor procedimiento para determinar si tu leche se ha echado a perder. El olor es muy desagradable. Si lo bebieras, atacaría tus sensores nasales y te diría que está mala.

Tu nariz es uno de los mejores sensores que tienes, y podríamos decir, uno de los más confiables.

Si bebes la leche con mal olor, probablemente la vomitarías, no por intoxicación, sino porque tu cuerpo la rechaza. Así es el olfato.

¿Cómo saber si la leche está mala?

4. Hay cambios en la textura y la consistencia.

Cuando desenrosques la tapa de un cartón de leche, el líquido blanco debe verse suave y libre de partículas. Si abres un galón de leche y notas grumos y cuajada, es hora de botarlo.

¿Por qué pasó esto? Todo tiene que ver con las enzimas de la leche que reaccionan entre sí.

Si la leche está mala, se cuajará. Se echa a perder porque los microbios producen ciertas enzimas. La leche se compone principalmente de grasas, proteínas y azúcar. El ácido producido por los organismos hará que la leche se precipite y cuaje.

Si la leche tiene grumos, definitivamente debes botarla.

5. Ha perdido su color blanco nacarado

A menos que estés bebiendo leche con chocolate, el color de la leche siempre debe ser blanco. Si abres un cartón de leche y notas un color diferente, es una señal de que el producto lácteo ya no está bueno.

Las enzimas impactan la proteína en la leche, por lo que descompone la proteína en aminoácidos y eso tendrá diferentes sabores malos.

Así se produce la conocida reacción de Maillard, que es una reacción entre las moléculas de proteína y el azúcar de la leche, que provoca un color y un sabor pardos en la leche.

Si la leche no tiene su color blanco característico, no debes consumirla.

Para cerrar

Si revisando estas cinco señales, todavía tienes dudas sobre la leche que compraste, también puedes optar por calentarla en el microondas.

Toma una porción de leche, preferiblemente menos de medio vaso, y caliéntala por un minuto a máxima potencia.

Ten cuidado al sacarla. Si después de calentarla, la leche ha perdido su consistencia, o cambia de color, o tiene grumos, definitivamente está mala. No la consumas.

Si está buena, solo saldrá caliente y la podrás consumir. Este truco no falla.

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